¡Espectacular! Esa es la palabra que mejor resume esta
marcha.
Con el permiso del redactor jefe del blog (yo, Carlos
Rodrigo) y el de mi presidente, Héctor (que no Filete), voy a escribir una
entrada un poco diferente, dejando a un lado las formalidades, y permitiéndome
el lujo de redactar esta marcha en primera persona, en lugar de en tercera
persona, aparentando como si conmigo no fuera la cosa.
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La verdadera historia de esta marcha, no comienza en el propio día de la prueba, participando sin más. Comienza unos cuatro meses antes aproximadamente, cuando recibí una oferta de trabajo de Madrid, la cual, evidentemente, y más dados los tiempos que corren, acepté sin dudarlo. Una nueva vida me esperaba en casa de mi hermano Isidro, en la localidad toledana de Camarena.
La verdadera historia de esta marcha, no comienza en el propio día de la prueba, participando sin más. Comienza unos cuatro meses antes aproximadamente, cuando recibí una oferta de trabajo de Madrid, la cual, evidentemente, y más dados los tiempos que corren, acepté sin dudarlo. Una nueva vida me esperaba en casa de mi hermano Isidro, en la localidad toledana de Camarena.
Tenía por delante una nueva etapa de mi vida, y soy de las
personas que pienso, que cuando una nuevo ciclo comienza en tu vida, hay que
afrontarlo con muchas ganas, pero siempre, sin olvidar las cosas buenas que te
han dejado las etapas anteriores, lo que quiere decir, que mi queridísima bici,
tenía que venir conmigo, y pensé que la mejor manera de seguir practicando mi
deporte favorito era el encontrar gente con mi misma afición.
Busqué en Facebook y encontré la página del Club Ciclista
Camarena. Uno de los que más comentaban era un tal, Victor Alcaide, le comenté mi
situación y mi nueva etapa en su localidad, a lo que muy amablemente me
contestó que cuando estuviese instalado en tierras manchegas, no dudase
contactar con él. Por lo que sus fotos del Face delataban, amaba el ciclismo,
el Atleti y llevaba una Mendiz guapísima.
Me instalé en Camarena y el primer fin de semana que estuve
allí, no dudé en acudir a la habitual cita del Club, en la plaza de la iglesia.
Desde el primer día me acogieron como si hubiese sido un camarenero de toda la
vida y a partir de aquí, comenzaron las rutas y los entrenos, con este
increíble grupo de personas.
Así pues, llegó la I Marcha MTB Villa de Camarena, para lo
que acudió a la cita mi hermano Alberto. ¿380 kilómetros para correr una
carrera? ¡Pues si! Así es este deporte. Isidro también se animó a correr la
ruta de su pueblo, ya que la ocasión lo merecía. Los tres hermanos Rodrigo,
representando los colores del CCR en la comarca de Torrijos.
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Comienza el tramo controlado y el presidente del Club
ciclista Camarena, nos pide a los remolineros que les acompañemos a abrir el
recorrido. ¡Un verdadero privilegio!
Gran participación en la marcha. Nada más ni nada menos que
272. Cuando se hacen las cosas bien…. tiene su recompensa. Comienza el tramo
libre y he de decir, que me lo sabía como la palma de la mano. ¡No sabía si
corría por Camarena o por ´´Las Piqueras’’!. Si esto fuera poco, en cada curva
recibía los ánimos de mis amigos del C.C.C. ¡Venga maño, que vas de p.. madre!
No quedaba otra que agachar la cabeza y apretar los dientes. Al entrar a
meta…llegué a sentir que corría en mi pueblo.
Entrega de premios y nuestro Club, el Club Ciclista
Remolinos, recibió el primer premio de su historia: Premio al club más lejano.
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Dicho esto, solo puedo darles la enhorabuena por el exitazo
de su primera edición. La prueba fue de 10, y personalmente…dar las gracias a
todo el Club Ciclista Camarena por la genial acogida que he tenido en este
pueblo.
Solo puedo deciros que estáis más que invitados el día 1 de
julio para que disfrutéis (o sufráis) nuestros montes y haré todo lo posible
para que sintáis lo que yo sentí en vuestro pueblo pero…es algo imposible.
¡VIVA EL CLUB CICLISTA CAMARENA!
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